Pico Anayet. 9 de octubre de 2021
Según lo previsto, y esta vez sí, pudimos realizar la excursión montañera a Pirineos.
El día pintaba magnífico, las previsiones se cumplieron por lo que en todo momento tuvimos el cielo de un azul impecable sin una nube pintada, con un sol radiante que calentaba pero no apretaba.
Salimos 45 montañeras y montañeros desde Alberite y Logroño con destino al Corral de las Mulas, en la carretera del Portalet.
Tras una parada a mitad de camino, llegamos a nuestro punto de partida algo más tarde de lo previsto. Los numerosos coches aparcados en la zona auguraban que no estaríamos solos en estos valles.
A eso de las 10 y 20, arrancamos a caminar, y llegados al último aparcamiento, nos quitamos ropa mientras Víctor se afanaba en contar el grupo: 43, 44 y…. y… 45! Estamos todos! Proseguimos!
Abandonamos la carretera para poner nuestros pies en una senda que de vez en cuando cruzaba un tímido río. Tras una constante subida y periódicos reagrupamientos, llegamos a una de las joyas pirenaicas, el ibón del Anayet. Descansamos un rato contemplando los picos que teníamos previsto ascender bajo la vigilancia del Midi D’Ossau.
Aquí hubo que tomar la primera decisión. Cinco optaron por bajar directamente por la Canal Roya mientras que el resto subió al collado.
Los primeros, realizaron la ruta tranquilamente, disfrutando del paisaje en continuo descenso para terminar en un punto para comer y charlar plácidamente.
El resto caminó hacia el collado, mirando al pico del Anayet, soberbio e impresionante. Sorteando piroclastos que escupió este volcán (aprovechando la jerga aprendida estas semanas) llegamos al collado donde se tuvo que tomar otra decisión.
Unos cuantos, los menos, optaron por subir al Vértice mientras que los demás subieron al pico del Anayet debiendo pasar por las cadenas y luego por la canal. Momentos de disfrute, quizá tensión para algunos, pero de gozo para todos en la cima donde las vistas eran increíbles.
Tras las fotos de rigor y desandar nuestros pasos, nos juntamos en el collado para echar un bocado exprés. Y ya desde aquí, los 40 no principales (a diferencia de la emisora), bajamos por Las Negras. Primero en suave pendiente y luego más pronunciada, en zonas con muchas setas que algunos aprovecharon para recolectar.
Al final, nos juntamos todos en un puente que cruzaba el río, aquí algo más caudaloso, con la sonrisa de estar cerca del final pero con unas piernas que nos preguntaban cuándo llegaba ese momento.
El resto del camino fue tranquilo, con una fuente de agua fresca que aprovechamos para beber y lavarnos, en zona de bosque y ya llegamos al aparcamiento donde nos esperaba el bus.
Pero no a todos. Diez cogieron un desvío que les llevó a un punto de la carretera más abajo y el bus les recogió unos minutos más tarde aunque no tuvieron la opción de cambiarse de ropa (lo sentimos!!!).
Y ya todos, con alguna duda sobre si el autobús nos llevaría a casa, llegamos a nuestro destino.
En esta ocasión, como casi siempre, poco importan las cifras sobre distancias y desniveles. Quedémonos con el buen ambiente montañero, una ruta preciosa en un día espectacular.
Como anécdota, podemos decir que fue un grupo internacional con presencia de un serbio, un indio, una brasileña y un argentino, lo que permite enriquecer, aún más, una jornada como esta.
Nos vemos en la siguiente!
Gracias. शुक्रिया.Хвала вам. Obrigado.