Excursión por Santa Marina. 14 de marzo de 2021

A las 10 h. de la mañana del domingo 14 de marzo, llegan a Santa Marina los miembros del club para comenzar la excursión programada. Somos 17 adultos y 7 menores, hay cantera.

Como el día está bastante desagradable de niebla y viento frío, pensando en los niños pequeños y dado que la excursión a la Atalaya es muy expuesta al viento decidimos cambiar la ruta y buscar una alternativa más protegida. Salimos sobre las 10 y media por el antiguo camino que unía las aldeas de Santa Marina, Reinares y Bucesta. El camino, ya bastante poco marcado por el deshuso discurre por el barranco de Fuentalcebo entre estepas (jaras) y robles hacia la aldea abandonada de Reinares donde una hora más tarde se nos unen los 3 que faltaban; por hacerle caso al GPS del coche, ¡a veces es mejor preguntar!

La entrada a Reinares pasa un precioso y muy bien conservado puente de piedra y adoquín, la única estructura del pueblo que no está en ruinas. Una pena. Después del primer descansito entre las piedras caídas de las casas de Reinares continuamos hacía Bucesta. El camino de Reinares a Bucesta sigue el curso del barranco de Santa Engracia pero llaneando a media ladera. Pasamos la Peña Galarde a la que los niños se suben jugando sin problemas y bajo la cual los pastores de la zona recuerdan que una vez allí parió una mujer gitana.

Sobre las 12 y media llegamos a Bucesta un poco menos rota que Reinares pero también abandonada y en ruinas. Aunque como pueden llegar coches por una pista de tierra se ve algún intento de restauración. Bucesta según las leyendas antiguas tenía una población de 700 habitantes y la mayoría murieron en una boda, envenenadas porque una Salamanquesa se cayó en el pozo de agua. Las leyendas… son bonitas pero… solo leyendas.

Allí aprovechando 15 minutos de rayos de sol que nos regaló el día “echamos un bocao” unas gominolas y nos salimos del barranco Santa Engracia para subir por una empinada pista y pasar al barranco de Bahún donde se encuentra la ermita también en ruinas y prácticamente desaparecida de San Juan de Agriones . Cambiamos de sentido hacia el sur otra vez para enfilar el cordal que separa a las alpujarras riojanas del valle del Leza . Con un vistazo a Soto de Cameros y pasando por encima de Treguajantes volvemos por terreno de estepas y praderas otra vez a Santa Marina donde damos por finalizada la excursión.

Muy contentos por haber arreglado un día que pintaba tan mal por la mañana, 17 kms por las alpujarras de La Rioja Media. La Atalaya sigue esperando…

Nos vemos en la siguiente!