Ruta por los montes Obarenes. 23 de enero de 2022
Iniciamos nuestras salidas montañeras del nuevo año con una ruta por los montes Obarenes. Como es habitual, nos dimos cita a las 8 de la mañana en el aparcamiento interior de los cines Siete Infantes. El día amaneció limpio, pero muy frío como así lo atestiguaban los cristales helados de los coches.
Tras los saludos iniciales y repaso de la lista, nos fuimos 23 montañeros en coches con dirección a la localidad burgalesa Bozoó (580 msnm).
Tras algo más de una hora de coche atravesando gélidos campos que esperan el lejano resurgir de la primavera, llegamos al pueblo y nos preparamos para iniciar la ruta.
Sobre las 9 y media, dimos nuestros primeros pasos y tras un titubeante arranque, dimos con la senda que rápidamente se convirtió en una dura pendiente a modo de cortafuegos. Pronto nos desprendimos de algunas capas puesto que ya empezábamos a pasar calor, en contraste con el aire helado que nos recorría la cara. Mientras subíamos, de vez en cuando echábamos la mirada atrás para ver el mar de nubes que pesaba allá abajo, momentos que aprovechamos para hacer alguna foto y tomar aire.
No tardamos mucho en llegar a la primera cima del día, Recuenco (1070m), donde al borde de un impresionante cortado, pudimos disfrutar de impresionantes visitas. Hicimos unas cuantas fotos, volvimos a ponernos ropa y hubo alguno que aprovechó para meter algo de energía al cuerpo.
Continuamos la marcha por una senda entre algo de bosque, que hizo que perdiéramos altitud para luego volver a subir y llegar a la cima del Bujarillo (1081m), cota más alta del día, con vistas igualmente bonitas y aquí nos hicimos las fotos de grupo.
Proseguimos la caminata por una senda que atravesaba pinos, boj y encinas, a veces muy al borde de los cortados, al principio llaneando para luego ir descendiendo. En un punto soleado, decidimos parar para echar el bocata. A pesar del calor de los rayos del sol, el frío empezó a apoderarse de nuestros cuerpos por lo que enseguida continuamos.
Seguimos bajando hasta llegar a una pista, en varios puntos muy embarrada, hasta llegar a un cruce para tomar una empinada senda que nos llevaría a Los campanarios (1019m). No fue la cima más alta del día, pero probablemente, disfrutamos las mejores vistas con una estupenda panorámica al valle de Tobalina y el embalse de Sobrón. Muchas fotos y caras de satisfacción.
Tras un prudente tiempo de parada, retrocedimos por la senda hasta llegar al cruce donde continuamos por un camino embarrado hasta una explotación ganadera. Ya aquí cogimos una pista, helada y muy umbría, hasta llegar tras tres kilómetros a Bozoó.
Hemos recorrido unos 14 kilómetros, con un desnivel acumulado de unos 754 m., recorriendo una zona que, a pesar de la relativa cercanía respecto de Logroño, resultó desconocida para la mayoría de los asistentes. Recomendable ruta.
Ya en el pueblo, tras cambiarnos, nos sentamos alrededor de las mesas del bar -al aire libre- para echar un bocado, tomar unas cervezas y cafés. Algunos aprovecharon para probar alguna de las delicias que se mostraban en la barra del bar.
Nos despedimos hasta la próxima salida. Un placer.