Ruta del agua del río Inglares en Berganzo. 28 de mayo de 2023

En días de sequía, no hay nada como una ruta familiar junto al cauce de un río con agua abundante.

Hoy nos hemos dado cita 16 personas a las 9 de la mañana, repartidos en 4 vehículos. Hemos optimizado al máximo, como debiera ser siempre, y porque en al aparcamiento de Berganzo debíamos llegar con las matriculas registradas previamente para poder acceder y evitar posibles multas.

En Berganzo, con diferentes grados de emoción entre nuestra cantera de montañeros, hemos comenzado la ruta denominada del agua o del río Inglares, señalizada con las marcas de pintura azul y blanca. Un socio tuvo que aparcar en Ocio, un pueblito a 3km de Berganzo, ya que no había registrado el coche y ya estaba el aparcamiento completo (solo virtualmente, no en la realidad). Por esta razón, para hacer tiempo mientras llegaban, hemos visitado la iglesia del pueblo, cerrada y sin mucho atractivo.

El primer tramo de la ruta transcurre entre árboles, sin apenas contacto con el rio. Esta parte del camino no es la más bonita y el camino empieza a tener cierto desnivel hasta llegar a un cruce, en el que debemos tomar la opción de la izquierda, y ahí bajamos hasta encontrarnos con el río Inglares.

A partir de este punto ya no nos alejaremos del río hasta la cascada final. Se suceden numerosas escapatorias para admirar la belleza del cauce, de las cascadas y de la vegetación colindante.

Tras recorrer prácticamente el camino de ida, llegamos hasta una carretera que debemos atravesarla. Y pocos metros más allá nos encontramos ante la preciosa cascada de las Herrerías. La vegetación no permite ver el origen de la misma, pero no por ello dejamos de que quedar fascinados, niños y mayores.

Para el regreso remontamos la cascada por el lado izquierdo, la senda de vuelta será muy diferente a la de la ida, mientras el anterior transcurría entre bosques, en la parte baja del valle, junto al rio Inglares, el que nos encontramos ahora nos hace recorrer la parte alta del valle, junto al canal de agua de la central hidroeléctrica y con unas increíbles vistas de todo lo que nos rodea, nos conduce poco a poco hasta nuestro punto de origen, Berganzo.

Por el camino, nos encontramos con curiosos parajes como el que crean los túneles esculpidos en la roca para el paso del canal, unos espacios diferentes que aportan más belleza si cabe al recorrido.

La juventud más menuda pedía comida, mientras los demás insistíamos en llegar a la segunda parte de nuestra excursión: la visita al conjunto arqueológico de Portilla, situado a unos 10 km de Berganzo.

Subir a los coches y ponerse a llover sucedió en el mismo instante. Ni calculado.

Ya en Portilla la tormenta seguía amenazando, por lo que acudimos al mejor restaurante del pueblo para darnos un homenaje merecido…nuestros bocadillos en el pórtico de la iglesia, todos sentaditos en el poyo corrido que circundaba el mismo. Allí vimos llover con más ganas, y salir el sol, por lo que ya con los estómagos llenos, y de mucho mejor humor, emprendimos el ataque a la subida que nos conduciría, en menos de lo que creíamos, a la torre reconstruida del castillo.

Este castillo alavés fue construido por los monarcas del Reino de Navarra en una atalaya natural, a 780 metros de altitud, a principios del siglo XI. Debemos mencionar que se ha realizado un gran trabajo para

poner en valor este tesoro vasco. Un proyecto, en el que, los vecinos y vecinas de Zambrana han tenido gran presencia. Y es que, el hecho de que todo el pueblo de Portilla se involucrase para recuperar su historia, nos ha parecido digno de admiración, y desde aquí les damos las gracias por su valentía y empeño.

La crestería natural que custodia el pueblo de Portilla se fusiona con los restos de la antigua muralla del poblado medieval. Los restos de la iglesia de Sianta María, de las casas que poblaban la Villavieja y la torre nos han dejado encandilados. Se ha habilitado una ruta circular de unos 3 km para su visita, con diversos paneles informativos. El recorrido que nos lleva a conocer el Castillo de Portilla constituye una ruta circular en torno al Conjunto Monumental. Un

enclave de destacado valor paisajístico, que, ubicado sobre una atalaya natural, nos regala una panorámica de 360 grados. La ruta del Castillo de Portilla comienza y termina en el centro del pueblo.

Como hemos finalizado cuesta abajo y compartiendo chuches, pues la sensación que ha prevalecido entre los asistentes ha sido de alegría y felicidad por el día de descubrimientos que habíamos vivido.

Aquí van unas fotos.

Nos vemos en la próxima