Ruta por el parque natural de Izki desde Apellaniz. 14 de enero de 2024

En un día de incierta meteorología y con ambiente invernal debido a la nieve caída, partimos de Apellaniz, pueblo colindante con el parque natural de Izki para hacer una ruta en este maravilloso entorno, que bien merece la pena conocer.

Partimos pues, desde la iglesia de La Asunción, cruzando el pueblo y nos internamos en el bosque de Lakutxo, un hayedo con algún ejemplar extraordinario y por supuesto acompañados de robles, llegando enseguida a un desvío que nos lleva a la Cruz de Arregui, volvemos sobre nuestros pasos y pisando la hojarasca empezamos a coger altura hasta lo que parece señalar la cota 1027m, Ipurtika, un pequeño mojón de piedras, alrededor todo bosque.

Seguimos nuestro camino sin perder demasiada altura para internarnos en el paraje de los Rasicos, recóndito y solitario lugar sin apenas trazas de una senda oculta en parte por la nieve. Avanzamos sin perder la vista de los cortados, entre enebros y mediana vegetación, llegamos a un desvío que nos lleva a nuestro siguiente objetivo: Peña de la Cruz, que se eleva sobre los bosques de Izki, lugar desde el cual se pueden ver panorámicas de las sierras de Lokiz, Codes y Cantabria.

De nuevo volvemos sobre nuestros pasos hasta enlazar con la senda Txarabitana, que recorre la parte inferior de la cara solana de los Rasos de Arboro. En este tramo tenemos que poner todo nuestro empeño en evitar no meter demasiado nuestras “pezuñas” en el abundante barro producido por el agua que proviene del deshielo.

Pasamos el desvío que baja a la cueva de “Las Señoritas” y llegamos al desvío que nos indica la dirección a la singular formación rocosa conocida como Peña del Arco. Hacia este lugar nos encaminamos y enseguida lo divisamos, Es aquí donde echamos un bocado, para a seguir nuestro camino, y cogemos altura hasta llegar a lo alto del cerro de San Justi.

A partir de aquí, y como se estaba empezando a poner un poco fea la meteo, siguiendo la “senda del cartero” , caminando al borde de los cortados de los Rasos de Arboro, que nos obsequiaban en nuestro periplo con una magnificas vistas, aunque no pudimos disfrutarlas demasiado, pusimos “la directa”, obviando la cima de San Kristobal, y nos enfilamos directos, bajando por el barranco de Karratan y pasando por la balsa de este mismo nombre, hacia Apellaniz, llegando al pueblo, y terminando de este modo esta interesante ruta.

Satisfechos con la ruta realizada y con ganas de volver en otra ocasión que quizá nos permita disfrutar lo que en parte no se ha podido en el día de hoy, nos acercamos a Maeztu a terminar tomando la tradicional cervecica, como está mandao.