Pico Urbión y Laguna Negra. 26 de junio de 2022

El domingo 26 de junio, nos juntamos 28 montañeros, con algunas bajas de última hora por el COVID, para dirigirnos en un minibús hasta las Viniegras.

Todos mirábamos al cielo con incertidumbre y, una vez finalizada la jornada, todos nos alegramos del buen tiempo que tuvimos: fresco para caminar, poco sol para no calentarnos mucho, nada de lluvia y una visibilidad perfecta. Día de 10.

Vayamos por el principio. Una vez que nos preparamos, empezamos la caminata en la confluencia de los ríos Urbión y Ormazal, zona denominada “trambosrríos”. Pasamos un pequeño puente para ir ascendiendo lentamente por un camino bien marcado que discurre paralelamente al río Urbión, A poco más de tres kilómetros y medio, y tras pasar una cascada que surge entre unas rocas, llegamos a la ermita de San Millán, donde hicimos la primera parada de avituallamiento.

Continuamos la caminata en continuo y ligero ascenso pasando por varios refugios: Tacudia, El Pino y Rosabaila. Conforme avzanzábamos el valle empezaba a abrirse, al igual que el cielo.

El ritmo era bueno, aunque es difícil adecuarse a todos los perfiles, pero para satisfacción de muchos no era tan alto como el que nos tiene acostumbrados esa pareja de Alberite que hoy no pudieron venir.

El pico o muela del Urbión lo teníamos ya a la vista, majestuoso y esperándonos, pero conocedores de que aún nos quedaban algunos kilómetros y bastante desnivel. Cuando llegamos al Refugio de Hoyo Bellido nos reagrupamos y pudimos hacer unas cuantas fotos del bonito paraje que nos recordaba a los Pirineos.

A partir de aquí nuestros pies discurrían bien en sendero o en amplios pastizales hasta llegar al último refugio en el paraje de Campolengo. El sendero se hace más empinado y pasamos bajo dos ejemplares de tejos milenarios catalogados como árboles singulares de La Rioja.

Continuamos entre pastizales hasta llegar a las lagunas del Urbión (1.990m.) donde paramos para reagruparnos y repostar antes del ascenso final a la cumbre. Hacía fresco y el paisaje era espectacularmente bello.

Desde subimos al collado situado a nuestra derecha por una senda bien marcada para pasar luego por detrás de unas curiosas moles de piedra labradas por el viento y el agua, creando figuras que daban rienda suelta a nuestra imaginación.

Después por la loma, llegamos hasta la cima de hoy, el pico Urbión con su correspondiente buzón de montañeros (2.228 m.) donde hicimos foto de grupo.

Tras un agradable rato, satisfechos de llegar a la cumbre, disfrutando de las vistas y contentos de que nos respetaba la meteo, empezamos a bajar hasta llegar a un puente o arco de piedra, donde hicimos la parada de comer sin que faltaran las obligadas botas de vino.

Empezaba a hacer frío y reanudamos la marcha unos pocos metros hasta el punto de la bifurcación para ir al nacedero del río Duero. Aquí nos dividimos y unos fueron directamente a la Laguna Negra y otros nos desviamos 400 metros para visitar el punto donde nace el Duero que muchos kilómetros más allá desembocará en el Atlántico.

Luego los dos grupos nos juntamos poco antes de llegar a la Laguna Negra, no sin antes haber parado a fotografiarla desde alguno de los miradores que hay antes del fuerte descenso.

Una vez reagrupados, descendimos por carretera, algunos por senda, hasta el aparcamiento donde nos esperaba el minibús. Han sido unas 8 horas de caminata, con algo más de 1.200 metros de desnivel positivo y una distancia de algo más de 22 kilómetros, si bien estos datos no eran iguales para los que llevaban algún aparato que los medían.

Tras cambiarnos de ropa húmeda, sólo por el sudor, y de calzado nos subimos al vehículo que nos llevaría al Punto de Nieve ubicado en el puerto de Santa Inés, donde alegramos el día al del bar con nuestras peticiones de cervezas.

Y sobre las 8 y media de la tarde llegamos a nuestros destinos, Alberite y Logroño, muy contentos de haber pasado una estupenda jornada montañera.

Aquí van unas fotos. Nos vemos en la próxima.