Ascenso al pico Piquillas desde Ezcaray. 8 de octubre de 2023

Tal como teníamos programado, realizamos la excursión por la sierra de la demanda ascendiendo al Piquillas con sus 1674 msnm.

Tras las oportunas quedadas, algunos en Logroño y otros en Ezcaray, nos juntamos todo el grupo en la antigua estación de trenes del citado pueblo.

Eran apenas un poco más de las 9 h. cuando el grupo conformado por 19 montañeras y montañeros empezamos a caminar.

Empezamos por el camino que va a Turza, pero al poco lo dejamos para coger una senda, a veces muy empinada, que nos llevaría por estupendos hayedos hasta el collado de Sagastia, con parada intermedia en el área de Tres Aguas.

En el collado nos dimos cuenta que el sol apretaba, por lo que rápidamente nos metimos nuevamente en hayedos salpicados con algunos acebos, camino de Bonicaparra, caminando en un sube y baja por encima de la pista.

Llegados al Refugio de Bonicaparra, hicimos una breve parada para echar un bocado y aquí, una integrante del grupo decidió regresar a Ezcaray, la salud es lo primero.

Así que tras la despedida, retomamos el camino, al principio por pista, al poco por senda boscosa para luego ir por un trazado lleno de helechos, arbustos, árboles… que hizo extremar nuestros pasos para no caernos. Solo faltaba el machete para decir que estábamos en la selva.

Salidos de esta maraña de naturaleza exhuberante y viva, salimos a los pastos del collado de Márulla. Verde pradera a pesar de que todo estaba muy seco, salpicado de blancas vacas y algún mastín.

Giramos a la izquierda ya con el Piquillas a la vista para poco a poco ir ganando altura. Este tramo fue, prácticamente, el único que hicimos bajo el sol. Llegados a la alambrada divisoria con Pazuengos, allí estaban pastando bonitas vacas negras de la raza avileña, otrora en extinción en esta zona. Y ya tuvimos frente a nosotros el empinado camino que nos llevaría a la cima de hoy, el Piquillas.

Tras la foto de grupo, bajamos con cuidado hasta llegar al hayedo donde el camino no estaba claro. Menos mal que Esther, la organizadora de la excursión de hoy, nos guió perfectamente hasta llegar a un claro donde paramos a comer.

Tras reponernos, continuamos el descenso, por hayedos hasta llegar al barranco del Espurgaña, precioso lugar donde tuvimos que cruzar el rio, con su poquita agua, en varias ocasiones.

Después de este deleite, y tras una peque ascensión llegamos a Bonicaparra. Breve parada para bajar hasta la aldea de Turza donde calmamos nuestra sed con agua muy fresca y abundante.

El tramo final lo hicimos por la senda umbría que nos llevaría hasta Ezcaray.

Y cómo no, tras cambiarnos de ropa, tuvimos ese momento tan importante como es la hidratación en el bar de la Estación.

Ha sido una preciosa excursión, muy bien organizada, con sus casi 23 kms. y 1.080 metros de desnivel acumulado, y casi todo el recorrido por bosques para huir de los rayos del sol, anormalmente fuertes para esta época del año.

Aquí van unas fotos. Nos vemos en la próxima!